La
Casa: un diálogo creador entre Bachelard y Neruda
Lic. Carlos
Churba
“Ser un ser humano significa estar en
la tierra como un mortal. Significa morar”
Heidegger
La Casa de Gastón
Bachelard y las casas de Pablo Neruda son fascinantes manifestaciones de cómo
la arquitectura y el arte se entrelazan para crear espacios cargados de
significado.
Tanto
Bachelard como Neruda entendieron que una casa no es simplemente una estructura
física, sino un refugio para los sueños y las aspiraciones humanas.
Bachelard,
en su obra "La poética del espacio", explora la idea de construir una
"casa de sueños", un espacio que va más allá de la mera funcionalidad
y que busca recrear la seguridad y la felicidad de la infancia. Esta casa ideal
se convierte en una manifestación tangible de nuestros deseos como adultos de
seguir soñando y alcanzar lo que aún no hemos logrado. Cada detalle de esta
casa es cuidadosamente considerado, ya que cada aspecto contribuye a la
materialización de nuestros sueños.
Por su
parte, Neruda encontró en la construcción de sus casas una forma de dar vida a
sus poemas y plasmar sus sueños. Sus casas más emblemáticas, como la Casa de
Isla Negra, La Sebastiana en Valparaíso y La Chascona en Santiago, son
verdaderos universos poéticos que se encuentran entre muros mágicos. Estas
casas no solo brindan refugio, sino que encarnan la esencia misma de los sueños
y las aspiraciones de Neruda.
El proceso
creativo de Neruda al pintar su casa "Sebastiana" refleja su búsqueda
constante de perfección y la pasión por materializar sus visiones. A través de
la pintura, las paredes cobran vida con tonos celestes y rosados que invitan
a bailar. Estos detalles minuciosos y cuidadosos resaltan la importancia de
cada aspecto en la creación de un espacio que refleja nuestros sueños más
profundos.
Bachelard
sostiene que la incompletud de la casa de los sueños es esencial para
permitirnos seguir soñando. Si la casa estuviera completamente acabada, nos
sumergiríamos en pensamientos serios y pragmáticos, en lugar de mantener viva
la llama de la imaginación. La casa inacabada nos brinda la posibilidad de
seguir soñando y persiguiendo nuevas metas, sin límites ni barreras.
En última
instancia, tanto Bachelard como Neruda nos muestran que una casa es mucho más
que un simple refugio físico. Es un entramado de imágenes que refleja nuestra
estabilidad emocional y mental. Al comprender el poder simbólico de la casa,
podemos construir espacios que nos brinden tranquilidad, paz y la libertad de
seguir transformándonos en nuestro viaje personal.
La casa se
convierte así en un verdadero crealogar, un lugar donde se entrelazan la
creatividad y el hogar. Es el espacio donde habitamos nuestras emociones más
profundas y donde encontramos la inspiración para seguir soñando y construyendo
nuestra propia identidad. Al explorar la psicología de la casa y su importancia
simbólica, abrimos las puertas a un nuevo nivel de comprensión de nosotros
mismos y del mundo que nos rodea.