El primer paso para un emprendedor es, a menudo, una idea nueva. La epifanía de un producto o servicio que los consumidores necesitan, pero que el mercado no ofrece. A partir de esa idea surge un proyecto concreto, y nace una empresa. Nadie emprende de manera mecánica, siempre es necesaria una chispa, por pequeña que sea.
Resulta contradictorio que además denigremos la creatividad, pero veneremos socialmente la innovación. ¿Qué es la innovación sino creatividad bien dirigida? Es imposible tener ideas nuevas e innovadoras, revolucionar un mercado o un sector, sin pensar creativamente.
La importancia de la creatividad para el emprendedor