La Innovación basada en Nuevo Conocimiento es generalmente la que más publicidad positiva posee, pero en general es la que ocurre con menor frecuencia.
También observamos que muchas invenciones que a simple vista parecen muy relevantes y útiles luego tardan muchos años en incorporarse en productos y servicios en forma exitosa.
A modo de ejemplo, vemos que las primeras ideas y pruebas exitosas de automatización en la industria automotriz ocurrieron en 1951, pero recién en 1978 comenzaron a utilizarse robots en la fabricación de autos (Toyota/Nissan); además, la primera fábrica en producir automóviles casi integramente con robots fue instalada en 1985 ("Hall 54" de Volkswagen).
Esto sucede porque las innovaciones basadas en nuevo conocimiento muchas veces requieren de una convergencia de eventos, de nuevo conocimiento, de adelantos tecnológicos relacionados, y de cambios en la sociedad que son difíciles de predecir en cuanto a tiempos, dirección e intensidad.
Pero la buena y muy alentadora noticia es que la creciente adopción de nuevas tecnologías de comunicación e Internet permiten --dado un contexto y herramientas apropiados-- que nuestra organización pueda adquirir, rápidamente y en forma continua, nuevo conocimiento relevante sobre tecnología, comportamiento de los clientes, decisiones de los competidores, y condiciones generales del mercado local e internacional.
Este conocimiento adquirido se convierte entonces en la materia prima que procesamos a través de un manejo efectivo del ciclo de vida de las ideas y que nos permite acelerar nuestras posibilidades de Innovar en base a Nuevo Conocimiento.