Trabajando en modo Kaizen buscamos todo el tiempo encontrar y eliminar todo lo que consume recursos sin producir valor ("desperdicio" o waste en inglés).Por ejemplo, eliminar el desperdicio al fabricar un producto implica realizar mejoras continuas en los procesos de producción y ubicar estratégicamente controles que eviten que generemos productos defectuosos que nos terminan resultando muy onerosos debido a los materiales y demás recursos perdidos, además de la insatisfacción del cliente.
Los conceptos kaizen son actualmente aplicados tanto en fábricas de productos físicos, como en organizaciones de servicios y la administración pública, ya que permiten obtener aumentos de productividad y mejoras en calidad muy rápidamente.
Esto ocurre porque la continua búsqueda de hacer mejor las cosas estimula el Crealogar, a la vez que energiza a las personas y los grupos que sienten que sus habilidades y aportes generan cada vez mayor valor.
Así se aumentan los niveles de sinergia y trabajo en equipo, que por el contrario resultarían dañados si se eligiera el camino de los cambios abruptos y arbitrarios en la forma de trabajo.