Publicado el 13-11-2008 , por G. Escribano
El presidente de la CEDE, Isidre Fainé, advierte de que no se debe subestimar la magnitud y el alcance de la situación.
En un foro de ejecutivos, se discute sobre la crisis. Es la tónica general del V Congreso de la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos (CEDE). Las reacciones de los más de 1.500 profesionales reunidos en Zaragoza desde el jueves son una imagen de cómo las empresas españolas están haciendo frente a la actual crisis económica. La mayoría de las empresas se han puesto manos a la obra para hacer frente al problema y así lo demostraron en la reunión. Otras compañías duermen el sueño de los justos, porque han hecho los deberes y la tormenta financiera no es el fin de su negocio. Y las menos, permanecen todavía atónitas ante lo que está ocurriendo.
A pesar de que el Congreso se organizó bajo el lema Dirigir con visión global, internacionalización y competitividad, gran parte de las mesas han derivado hacia el problema de los mercados y la falta de financiación. El encuentro fue definido como «un terapia de grupo, para compartir ideas y preocupaciones en una situación tan difícil», dijo Tomás García, director general de CAI. Papel clave En la apertura del evento, Isidro Fainé, presidente de La Caixa, apuntó que «no debemos subestimar la magnitud y el alcance de la crisis. Es preciso anticiparse y adoptar medidas con decisión». Además, el también presidente de la CEDE se refirió al papel esencial de los dirigentes en la recuperación de la economía. «Los directivos no podemos escondernos, sino que tenemos que plantar cara a la situación y ser transparentes y visibles», dijo. Fainé apuntó también una receta para que los ejecutivos hagan frente a la crisis. «Como agentes del cambio, su acción es fundamental. Tienen que definir una estrategia a largo plazo y gestionar día a día», subrayó el presidente de la Caixa. Carlos Oehring, presidente de la firma de capital riesgo aragonesa Going Investment, apuntó que «éste es un buen momento para mejorar una compañía y hacerla más rentable. Siempre y cuando sea un proyecto de futuro, a largo plazo».
En la primera jornada del Congreso, también se analizó la posición que debe adoptar el directivo ante el reto de la innovación. Belén Amatriaín, consejera delegada de Telefónica España, apostó por una posición activa y valiente para hacer el negocio más rentable. La necesidad de internacionalizar y buscar mercados más competitivos que el español fue otra de las estrategias planteadas por los ejecutivos reunidos.